Pruebas diagnóstico

Pruebas de diagnóstico para los nódulos tiroideos.

Una vez se descubre el nódulo de tiroides, su doctor determinará si el resto de su glándula tiroides es saludable o si está afectada por una condición más general como hipertiroidismo o hipotiroidismo.

Su doctor examinará su tiroides para ver si toda la glándula está agrandada o si hay un nódulo solitario, o múltiples nódulos.

Estudios de laboratorio iniciales pueden incluir los niveles de hormona de tiroides (tiroxina, T4) y la hormona estimulante de tiroides (TSH) en su sangre para determinar si su tiroides funciona normalmente.

Ya que usualmente no es posible determinar si un nódulo de tiroides es cáncer solamente con el examen físico y pruebas de laboratorio, la evaluación de nódulos de tiroides incluye exámenes especiales como el ultrasonido de tiroides y la biopsia con aguja fina.

Ultrasonido de tiroides.

El ultrasonido de tiroides es una herramienta fundamental en la evaluación de nódulos de tiroides. Utiliza ondas de sonido de alta frecuencia para obtener una imagen de la tiroides. Esta prueba es muy precisa y fácilmente permite determinar si un nódulo es sólido o si está lleno de líquido (cístico), y además permite medir con precisión el tamaño del nódulo.

 El ultrasonido también permite identificar nódulos sospechosos ya que algunas características del ultrasonido son más frecuentes en nódulos con cáncer de tiroides que en nódulos que no son cáncer. El ultrasonido de tiroides también permite identificar nódulos que son muy pequeños para detectar en el examen físico. 

El ultrasonido también se usa para guiar la aguja directamente al nódulo cuando su doctor piensa que una biopsia es necesaria. Luego de completar la evaluación inicial, el ultrasonido de tiroides puede usarse para seguir de cerca a los nódulos de tiroides que no requieren cirugía para determinar si estos están creciendo o haciéndose más pequeños con el paso del tiempo

Biopsia de aspiración de tiroides con aguja fina.

El término biopsia de aspiración de tiroides con aguja fina, puede producir temor, pero la aguja que se utiliza es muy pequeña y el uso de un anestésico local puede no ser necesario.

 Este procedimiento sencillo, se realiza con frecuencia en la oficina del médico. Algunas veces, los medicamentos anticoagulantes se suspenden por algunos días antes del procedimiento. Por lo demás, la biopsia usualmente no requiere ningún otro tipo de preparación especial (no se necesita ayunar). Los pacientes usualmente regresan a casa o al trabajo luego de la biopsia sin necesitar tiritas. Para su biopsia, su doctor usará una aguja muy delgada para obtener células de su nódulo de tiroides. Generalmente, se tomarán algunas muestras de diferentes áreas del nódulo para darle a su doctor mayor oportunidad de encontrar células cancerígenas si es que estas están presentes. 

Las células son luego examinadas bajo el microscopio por un patólogo.

El reporte de una biopsia con aguja fina de tiroides usualmente indicará uno de los siguientes hallazgos:

1. El nódulo es benigno (no cáncer).
Este resultado se obtiene en casi 80% de las biopsias. El riesgo de cáncer cuando la biopsia es benigna es de menos de 3 en 100 biopsias o 3%. Este riesgo es aún menor cuando la biopsia se revisa por un patólogo con experiencia en un centro médico grande. Generalmente, los nódulos benignos no son removidos a menos que causen síntomas como dificultad para tragar. En estos casos, ultrasonidos seriados son importantes. Ocasionalmente, se puede requerir otra biopsia en el futuro, especialmente si el nódulo crece con el tiempo.

2. El nódulo es maligno (cáncer) o sospechoso para malignidad.
Un resultado maligno se encuentra en casi 5% de las biopsias y es más frecuentemente debido a cáncer papilar de tiroides, que es el tipo más común de cáncer de tiroides. Un resultado sospechoso para malignidad tiene un riesgo de cáncer en el nódulo de 50-75%. Estos resultados requieren cirugía para remover su tiroides luego de consultar a su endocrinólogo y cirujano.

3. El nódulo es indeterminado.
Este es en realidad un grupo de varios diagnósticos, que pueden ocurrir hasta en un 20% de los casos. Un resultado indeterminado significa que a pesar de que suficientes células fueron removidas de su nódulo durante la biopsia, el examen con el microscopio no permite clasificar el resultado como maligno o benigno. La biopsia puede ser indeterminada porque el nódulo se describe como lesión folicular. Estos nódulos son cáncer 20-30% del tiempo. Sin embargo, el diagnóstico sólo se puede hacer con cirugía. Debido a que la probabilidad de que el nódulo no sea canceroso es alta (70-80%), usualmente solo se remueve con cirugía el lado de la tiroides que tiene el nódulo. Si se encuentra cáncer, el resto de la tiroides debe ser removida también.

Si la cirugía confirma que no hay cáncer, no se necesita sacar el resto de la tiroides. La biopsia también puede ser indeterminada porque las células del nódulo tienen características que no permiten clasificarlas en las otras categorías. Este diagnóstico se llama atipia, o lesión folicular de significado incierto. Estos nódulos raramente tienen cáncer, así que usualmente se recomienda una segunda biopsia o una operación quirúrgica para remover el lado de la tiroides que contiene el nódulo.

4. La biopsia puede ser no-diagnóstica o inadecuada.
Este resultado se obtiene en menos de 5% de los casos, cuando se usa ultrasonido para guiar la biopsia. Este resultado indica que no se obtuvieron suficientes células para hacer un diagnóstico, pero es un resultado común cuando el nódulo es un quiste. Estos nódulos pueden requerir una segunda evaluación con una nueva biopsia, o pueden ser removidos con cirugía dependiendo de la recomendación de su médico.

Pruebas diagnósticas moleculares.

Se han desarrollado nuevas pruebas que examinan los genes en el DNA de los nódulos de tiroides y otras están en desarrollo. Estas pruebas pueden proporcionar información importante sobre la presencia o ausencia de cáncer. Estas pruebas son de particular ayuda cuando el espécimen evaluado por el patólogo es indeterminado. Estas pruebas especializadas se hacen en muestras que se obtienen durante el proceso regular de la biopsia.

Función tiroidea y anticuerpos antitiroideos.

Es necesario conocer la función tiroidea en todo paciente con un NT. Si la TSH es elevada (>5 uUI/ml), el paciente tiene un hipotiroidismo y se debe investigar si existe una tiroiditis crónica, con la determinación de los anticuerpos antitiroideos, especialmente los antimicrosomales del tiroides, que tienen mayor sensibilidad que los antitiroglobulinas; posiblemente ese paciente se beneficiará con la terapia con hormonatiroidea. Si la función es normal, también podría ser útil saber si estamos en presencia de una tiroiditis crónica.

Si la TSH es baja, indicando un hipertiroidismo clínico o subclínico, es posible que estemos ante un NT hiperfuncionante.

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