La ablación térmica se usa principalmente para el tratamiento de tumores pequeños e irresecables, para pacientes quienes han presentado resistencia al tratamiento de quimio/radioterapia o que NO son candidatos quirúrgicos, como, por ejemplo:
- Pacientes con obesidad
- Pacientes con enfermedades crónicas (diabetes, hipertensión, cirrosis, etc.)
- Pacientes que no pueden tener anestesia general
- Pacientes con enfermedades cardiacas severas