Diagnóstico del Cáncer de Mama

Diagnóstico

Cuando las sospechas de cáncer de mama se acentúan tras una exploración física o una mamografía rutinaria, comienza la búsqueda de un diagnóstico que descarte o confirme esos indicios.

Si se confirma un diagnóstico positivo, se estudiará el caso de manera individualizada con objeto de establecer el tratamiento más adecuado a las características personales (edad, estado funcional, entorno familiar…) y de la propia enfermedad (tipo de tumor).

El cáncer de mama no manifiesta síntomas en muchas mujeres, lo que acentúa la importancia de las revisiones rutinarias, que permitan un diagnóstico precoz. Los diagnósticos que se realizan de manera temprana, suponen un elevado porcentaje de éxito en los tratamientos.

Mamograma (mamografías).

Consiste en una prueba de imagen fundamentada en rayos X, indolora, capaz de detectar anomalías en la mama hasta dos años antes de que sean detectables en un examen físico.

Aunque la mamografía es la técnica más común y fiable en la detección del cáncer de mama, en ocasiones las imágenes obtenidas no son fiables en su totalidad pudiendo dar lugar a sospechas tumorales, que finalmente no presenten malignidad (falsos positivos), o a no reconocer algún tumor maligno (falsos negativos), retrasando así el diagnóstico correcto.

Cómo entender su informe de mamograma.

Los doctores utilizan un sistema estándar para describir los resultados y hallazgos de los mamogramas.

Este sistema de imágenes y datos para la examinación mamaria conocido como BI-RADS (siglas en inglés), se usa para clasificar los resultados de los informes en categorías numéricas de cero (0) a seis (6).

Mediante estas categorías, los médicos pueden describir lo que observan en un mamograma empleando palabras en términos iguales. Esto facilita la comunicación sobre el resultado y el seguimiento de las pruebas

El informe del mamograma también incluirá una evaluación de la densidad mamaria que es una descripción de cuánto tejido fibroso y glandular tienen sus senos, en comparación con el tejido adiposo. Entre más densos sean sus mamas, más difícil puede ser ver las áreas anormales en los mamogramas (tener mamas densas también incrementa el riesgo de llegar a tener un diagnóstico de cáncer mamario).

Ecografía

Se trata de una técnica basada en el empleo de ultrasonidos que permite crear una imagen a través de la cual el médico pueda diferenciar entre lesiones quísticas que suelen ser benignas, y lesiones sólidas, más sospechosas de ser tumorales. Además, es el método más indicado para analizar los ganglios linfáticos situados en la axila, ya que estos suponen la primera zona a la que el cáncer de mama suele extenderse. La ecografía suele realizarse de manera complementaria con la mamografía, en especial en caso de mamas densas, donde la observación de alteraciones se hace más difícil.

Resonancia magnética nuclear (RMN).

Se realiza una exploración con ondas electromagnéticas que generan imágenes. Se implementa de manera obligatoria en mujeres con sospecha de cáncer de mama y tras el diagnóstico de cáncer de mama, en aquellas que vayan a someterse a cirugía.

Tras realizar las pruebas de imagen, el siguiente paso a seguir será el examen de una muestra de tejido, conocido como biopsia, que descarte o confirme el diagnóstico.

Biopsia

La biopsia es un procedimiento por el cual se extrae una muestra de tejido de una zona con indicios de cáncer de mama y se observa al microscopio para determinar la malignidad o no de las células. El examen microscópico determina entre otros parámetros el tipo de células cancerosas y su grado de agresividad, permitiendo descartar o confirmar el diagnóstico. Las formas más habituales de realizar este proceso son:

Biopsia o punción con aguja fina (PAAF): el médico realiza el procedimiento mediante una aguja fina, guiándose mediante una prueba de imagen para extraer la muestra de células tumorales. Generalmente, se emplea en el estudio de los ganglios linfáticos de la axila, al ser casi siempre la primera zona de diseminación del cáncer de mama.

Biopsia por punción con aguja gruesa (BAG): el médico se guía a través de palpación directa o por una prueba de imagen para localizar el sitio de incisión de la aguja, pero en esta ocasión la aguja a emplear será más grande. Suele utilizarse en punción de mamas, permitiendo extraer mayor cantidad de tejido tumoral.

Aunque la ausencia de antecedentes familiares de cáncer no supone que en un futuro no se pueda desarrollar la enfermedad, es cierto que determinadas mutaciones hereditarias aumentan el riesgo de padecer cáncer de mama. Por ello, cada vez es más frecuente la realización de test genéticos que determinen el estado (mutado o no) de determinados genes en familiares de personas afectadas. Los más importantes son los genes BRCA1, BRCA2 y PALB-2.

Básicamente estas pruebas están dirigidas a la identificación de estos genes en mujeres con historia familiar de cáncer de mama u ovario. En el caso de que resulten ser portadoras de estas mutaciones, será recomendable que se sometan a un estrecho seguimiento clínico preventivo.

¿Te gustaría saber si tú o un familiar puede ser
candidato a nuestro tratamiento para Cáncer de Mama?

Somos Grupo CRYO, empresa especializada en tecnología comprobada mundialmente para el tratamiento de Cáncer de Mama.

Nos encontramos en las principales ciudades de la República Mexicana.